El Rugby es mucho mas que un deporte de contacto. Los que tenemos la oportunidad de practicar esta disciplina sabemos que el Rugby implica amistad, seriedad, inteligencia, honestidad, respeto, solidaridad y sobre todo, compromiso. He escuchado muchas opiniones sobre el Rugby, y me he dado cuenta que algunos piensan que simplemente requiere de fuerza bruta, una gran masa corporal y un instinto violento. Pero lo cierto es que al parecer los que lanzan este tipo de comentarios no parecen conocer el deporte, porque es de hecho, todo lo contrario.
Por tal razón, quisiera exponer algunos hechos que demuestran por qué los que practicamos Rugby, lo vemos, como un medio para crecer como seres humanos.
En primer lugar el Rugby es un deporte muy complejo. No es tan sencillo como derribar y ser derribado, o tacklear y ser tackleado. Cuenta con uno de los manuales de reglas mas completos, que regulan el comportamiento de los jugadores y establecen la dinámica del juego. Además, año tras año esta reglas son modificadas buscando perfeccionar la dificultad. Para aquellos interesados, se puede encontrar en la siguiente página todas las reglas en siete idiomas:
Laws of the Game. Adicionalmente, el respeto por la autoridad es una constante entre los jugadores. Las decisiones de los árbitros, los entrenadores, los capitanes y las directivas son tomadas con respeto y humildad.
Jugar Rugby requiere de una gran capacidad y fortaleza física, pero eso sólo se logra con la disciplina mental e inteligencia. En la cancha, el equipo juega como una unidad de mentes coordinadas, por lo que lo mas importante en el terreno de juego es la atención y el poder de reacción, así como el constante apoyo, entrega y sacrificio.
Otro hecho para resaltar es la visión sobre el rival. En el Rugby, el contrincante es el que nos da la posibilidad de jugar, sin él, el deporte no tendría sentido. Por tal razón, aunque en ocasiones los roces son inevitables, si se observa con detalle, podrá apreciarse que entre los equipos siempre permanece la amistad. En otras palabras, el jugador de rugby tiene claro que el que está al frente suyo es su adversario, no su enemigo.
Finalmente, quisiera hacer un pequeño recuento histórico de esta actividad. El Rugby nace en Inglaterra, precisamente en un pueblo llamado Rugby, a comienzos del siglo XIX. Los relatos cuentan que un estudiante de Teología llamado William Webb Ellis, al desobedecer las reglas del fútbol de carnaval, como se conocía el fútbol en ese entonces, tomando el balón con la mano anotó un gol. Los profesores de los colegios se dieron cuenta que los indisciplinados estudiantes ingleses, al entrar en este tipo de juego de equipo, cambiaban su forma de ser. Desde entonces, los que entramos a este deporte, hemos sufrido este tipo de crecimiento y por eso consideramos el Rugby como un estilo de vida.